Cuando me enredo
Subo a tus labios tan aferrada a esas pupilas, perdición de naufragos sin sueños,
visión aerostática de sirenas ausentes, flotando las ventanas del viento
entre lunas azuladas vuelan suspiros de nube...
Si existe un momento para escaparse los monstruos no solo salen de noche, niños hambrientos de miedo se esconden tras los azules certeros de la luz del alba mientras suenan las voces en ventanas abiertas, por callejones se escucha a la locura aullando, pacientemente clama el nombre de quien se atreva a mirarla.
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